La preocupación de las teorías del aprendizaje se centra en saber ¿Cómo aprenden los individuos?Para ayudar a responder a la cuestión... ¿Cómo enseñarles mejor?Así como en una época el teléfono irrumpió en la manera como nos comunicábamos, las
tecnologías llegaron para quedarse en la salón de clases. Aunque, el rol del
profesor fue cuestionado, cabe destacar que el docente es quien acompaña el proceso
de aprendizaje en el aula, ya que toda la información que brindan las redes no
siempre es certera.
Para los profesores
es un desafío reconocer y asumir que los estudiantes están inmersos en un mundo
digital donde internet, redes sociales y datos móviles son parte de la vida
cotidiana. Esto significa que la manera cómo se relacionan con otros, se
entretienen, estudian, aprenden y aproximan a la información es distinta a la
de generaciones anteriores. En este sentido, la adaptación del docente implica
no necesariamente hacer clases con tecnologías, sino reconocer la cultura
digital en que están inmersos los estudiantes a la hora de planificar una clase
y realizar una actividad pedagógica específica.
Si bien se ha
cuestionado la autoridad del profesor en ambiente digital, este tiene un papel
tanto o más importante que antes. Ese rol no posee relación con ser más hábiles
que los estudiantes en el manejo operacional de nuevas aplicaciones, sino con
orientar a una generación que está permanentemente conectada y que tiene acceso
a una gran cantidad de información y recursos digitales, pero que muchas veces
no sabe cómo usarlos a favor de su aprendizaje.
Existen tres formas
de usar las TIC en el aula.
- Para hacer lo mismo que hacían
antes con el aprendizaje tradicional
- Usarlas para mejorar lo que ya se hacía antes
- Utilizarlas para para aprender de
una manera disruptiva al contar con determinadas herramientas. Por ejemplo, al
conectar chicos de diferentes lugares del mundo y producir algo en conjunto. Al
debatir y comparar situaciones cotidianas y problemáticas locales/regionales
entre alumnos de diferentes provincias.
Mientras el papel de la enseñanza tradicional era
proporcionar información, la función del alumno se restringía a asimilarla
mediante la práctica y la repetición, fuera de su contexto real de utilización,
hoy por el contrario, tal como se ha venido expresando y experimentando en este
trayecto formativo, el aprendizaje
no puede ser transmitido, sino que debe ser construido por el propio individuo
(constructivismo). Por ello, los sistemas innovadores de enseñanza
enfatizan el aprendizaje basado en la actividad
significativa.
Sin embargo, para que las condiciones de aprendizaje con el uso de las
TIC sean óptimas hay diferentes cuestiones a tener en cuenta:
- Acceso a una computadora/Tablet/teléfono tanto
docentes como alumnos
- Acceso a internet tanto docentes como alumnos
- Capacitación docente
- Capacitación sobre metodologías de aprendizaje
- Capacitación de estudiantes en APP básicas para
crear
- Capacitación docente en APP destinadas a su
materia
- Capacitación docente en gamificación
- Capacitación docente para poder discernir los
contenidos
verídicos de los que no, paginas no académicas.
Para que el uso de las
TIC funcione es necesario aplicar metodologías que promuevan el desarrollo de
habilidades digitales y de orden superior como, por ejemplo, la metodología
basada en proyectos, aprendizaje colaborativo, clases invertidas, entre otras,
que sean innovadoras, atractivas y desafiantes para los estudiantes.
Sin una correcta
regulación y orientación, las tecnologías se pueden convertir en un distractor
para docentes y alumnos, sobre todo cuando el recurso se vuelve el centro de la
actividad, en vez del objetivo de aprendizaje
“El reto está en
diseñar y favorecer experiencias de aprendizaje que vayan más allá de la
sistematización de conocimientos preestablecidos. Estimular la exploración y la
creatividad en el proceso formativo habrá de jugar un papel clave. Repensar el
papel del aprendiz también significa ir más allá de simplemente acceder a
recursos elaborados por terceros”. (Cobo)
Así como en una época el teléfono irrumpió en la manera como nos comunicábamos, las
tecnologías llegaron para quedarse en la salón de clases. Aunque, el rol del
profesor fue cuestionado, cabe destacar que el docente es quien acompaña el proceso
de aprendizaje en el aula, ya que toda la información que brindan las redes no
siempre es certera.
Existen tres formas de usar las TIC en el aula.
- Para hacer lo mismo que hacían antes con el aprendizaje tradicional
- Usarlas para mejorar lo que ya se hacía antes
- Utilizarlas para para aprender de una manera disruptiva al contar con determinadas herramientas. Por ejemplo, al conectar chicos de diferentes lugares del mundo y producir algo en conjunto. Al debatir y comparar situaciones cotidianas y problemáticas locales/regionales entre alumnos de diferentes provincias.
Mientras el papel de la enseñanza tradicional era proporcionar información, la función del alumno se restringía a asimilarla mediante la práctica y la repetición, fuera de su contexto real de utilización, hoy por el contrario, tal como se ha venido expresando y experimentando en este trayecto formativo, el aprendizaje no puede ser transmitido, sino que debe ser construido por el propio individuo (constructivismo). Por ello, los sistemas innovadores de enseñanza enfatizan el aprendizaje basado en la actividad significativa.
Sin embargo, para que las condiciones de aprendizaje con el uso de las TIC sean óptimas hay diferentes cuestiones a tener en cuenta:
- Acceso a una computadora/Tablet/teléfono tanto
docentes como alumnos
- Acceso a internet tanto docentes como alumnos
- Capacitación docente
- Capacitación sobre metodologías de aprendizaje
- Capacitación de estudiantes en APP básicas para
crear
- Capacitación docente en APP destinadas a su
materia
- Capacitación docente en gamificación
- Capacitación docente para poder discernir los
contenidos
verídicos de los que no, paginas no académicas.
Para que el uso de las TIC funcione es necesario aplicar metodologías que promuevan el desarrollo de habilidades digitales y de orden superior como, por ejemplo, la metodología basada en proyectos, aprendizaje colaborativo, clases invertidas, entre otras, que sean innovadoras, atractivas y desafiantes para los estudiantes.
Sin una correcta regulación y orientación, las tecnologías se pueden convertir en un distractor para docentes y alumnos, sobre todo cuando el recurso se vuelve el centro de la actividad, en vez del objetivo de aprendizaje
“El reto está en
diseñar y favorecer experiencias de aprendizaje que vayan más allá de la
sistematización de conocimientos preestablecidos. Estimular la exploración y la
creatividad en el proceso formativo habrá de jugar un papel clave. Repensar el
papel del aprendiz también significa ir más allá de simplemente acceder a
recursos elaborados por terceros”.
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